Un refugiado se prendió fuego a lo bonzo en el campamento de Idomeni

EL HOMBRE, DE UNOS 30 AÑOS, SE PRENDIÓ FUEGO EN PROTESTA EN LAS INMEDIACIONES DEL PRECARIO CAMPAMENTO, PARA RECLAMAR A MACEDONIA Y LOS DEMÁS PAÍSES DE LOS BALCANES LA APERTURA DE LAS FRONTERAS.

Un refugiado se prendió fuego a lo bonzo en el campamento de Idomeni

Un refugiado se prendió fuego a lo bonzo este martes en el campamento griego de Idomeni, durante una protesta para reclamar la apertura de las fronteras, informó la Policía local, al tiempo que la ONU y Médicos Sin Fronteras suspendieron su ayuda en las islas helenas en repudio al acuerdo europeo para expulsar a los demandantes de asilo a Turquía.El hombre, de unos 30 años, corría con el abdomen en llamas a lo largo del campamento de Idomeni hasta ser alcanzado por un grupo de personas que logró apagar el fuego con una manta, según se pudo ver en fotos y en un video difundido en las redes sociales. 
56f1945ef0e24_330x219Envuelto en la manta, fue trasladado hasta la ambulancia y puesto a salvo, informaron testigos, aunque se desconoce la gravedad de las heridas que le causó el fuego. 

El hecho se produjo en medio de una protesta de alrededor de medio centenar de migrantes que desde el lunes mantienen cortadas las vías del tren en las inmediaciones del precario campamento, para reclamar a la vecina Macedonia y a los demás países de la ruta de los Balcanes la apertura de las fronteras, informó la agencia de noticias EFE.
Más de 13.000 personas viven hacinadas en el campamento de Idomeni, más del 90% de ellos sirios, iraquíes y afganos que escapan de los conflictos armados en sus países y buscan llegar a Alemania o Suiza, para poder empezar de nuevo con sus vidas. 
Tras el incidente de este martes muchos se concentraron en el lugar donde ocurrió el suceso y se unieron a la protesta, relatan testigos en las redes sociales.
En las últimas semanas las protestas de refugiados y migrantes se han multiplicado, no sólo en Idomeni, situado en la frontera con Macedonia, sino también en el puerto del Pireo, donde cerca de 5.000 personas se agolpan en los pabellones habilitados como centros de recepción y en carpas.

El número total de inmigrantes y refugiados repartidos por toda Grecia asciende a 52.207, y es el campamento de Idomeni, donde se encuentran 13.250 personas, el que más alberga.
Más de 150.000 migrantes llegaron a Grecia en lo que va del año luego de cruzar el mar desde Turquía, agravando la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial luego de que más de 1,1 millón de personas hiciera lo propio el año pasado, poniendo en jaque a Europa.

Con la crisis en Grecia al rojo vivo, la UE y Turquía alcanzaron la semana pasada un acuerdo por el cual todos los migrantes que lleguen a las islas griegas de manera irregular, incluyendo a los sirios, serán devueltos a Turquía si no piden asilo o si su solicitud es rechazada.
Turquía, que ya alberga a 2,7 millones de refugiados, mayoritariamente sirios, recibirá 6.000 millones de euros de la UE para frenar a los inmigrantes económicos y los demandantes de asilo que quieren zarpar hacia Grecia y para asistir a todos aquellas personas de Medio Oriente y África que sean devueltos.

Además, según el acuerdo que entró en vigor el domingo pasado, por cada sirio que sea devuelto a Turquía desde las islas griega, otro sirio será admitido en la UE.

El pacto es duramente criticado por organizaciones de derechos humanos o de ayuda humanitaria, quienes lo consideran un golpe mortal al derecho de asilo y una flagrante violación a las leyes internacionales y europeas que obligan a los Estados a recibir a refugiados de guerra y prohíben las expulsiones masivas de demandantes de asilo. 

En razón de ello, tanto la Acnur, la agencia de la ONU para refugiados, como la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) suspendieron este martes su trabajo en los centros de recepción de la isla griega de Lesbos, el principal puerto de entrada europeo para cientos de los cientos de miles de personas que llegaron de Medio Oriente y África en busca de una nueva vida. 

"No permitiremos que utilicen a MSF en esta operación de expulsión masiva. Nos negamos a formar parte de este sistema injusto e inhumano", informó el capítulo español de la organización internacional en su cuenta de Twitter. 
"No seremos cómplices de esta crueldad", agregó MSF España, que hasta ahora garantizaba las condiciones humanitarias mínimas en el centro de recepción de Moria en Lebos.
Además, MSF suspendió el servicio de colectivos que hasta llevaba refugiados del norte de Grecia, en la frontera con Macedonia, a Atenas.

Por su parte, la Acnur también se negó a continuar colaborando con las autoridades griegas y sostuvo que, desde que comenzó a regir el acuerdo entre la UE y Turquía, los centros de recepción en Lesbos "se convirtieron centros de detención", según un comunicado difundido este martes. 

"La Acnur está preocupada porque el acuerdo se está implementando sin las garantías necesarias. Grecia no tiene la capacidad en las islas de definir los pedidos de asilo ni cuenta con las condiciones apropiadas para hospedar de manera decente a toda esta gente mientras examina sus casos", argumentó la agencia de la ONU.
Hasta ahora, la mayoría de los más de 52.000 refugiados que quedaron varados dentro de Grecia tras el cierre de las fronteras de los países vecinos dependieron de la ayuda humanitaria de la Acnur y de organizaciones internacionales como MSF.

Un refugiado se prendió fuego a lo bonzo en el campamento de Idomeni
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