¿Los ciudadanos como auténticos animales político-racionales?

Recuperar el sentido de comunidad

En nuestra época atravesada por la crisis macrista, el sentido de comunidad se ha disuelto junto al diálogo y el individuo no halla tierra firme. Cuando el presente es sombrío y el futuro parece abrigar pocas esperanzas, conviene regresar a los griegos para encontrar las claves que nos permitan repensar nuestro presente.  

 

Recuperar el sentido de comunidad
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El neoliberalismo o capitalismo salvaje propone una guerra sin cuartel de todos contra todos, en la que se produce un marcado distanciamiento del otro bajo la premisa “sálvese quien pueda”. De esta manera, el hombre queda desentendido de sus pares porque únicamente puede pensar en su propia auto-conservación ante la desesperanzadora idea de perder su lugar dentro de una clase social determinada. 

De manera que el miedo, el pánico y el estrés son los efectos de una única causa: un gobierno que no desea garantizar el bienestar de la mayoría y que sólo parece interesado en profundizar una crisis con las presentes características: escases de oportunidades laborales, despidos, pérdida del poder adquisitivo por parte de las clases media y baja, y el sometimiento de los sectores más vulnerables a la ignominia, ya que ni siquiera pueden proveerse de lo mínimo indispensable para alimentarse y pagar facturas –inaccesibles a causa de los tarifazos- con el propósito de conservar el hogar. 

Considerando el desolador escenario, y si la voluntad de la mayoría pretende evitar que en 2019 se produzca la prolongación del gobierno de Mauricio Macri, debemos empezar por recuperar el sentido de comunidad, que por supuesto no refiere al propagandístico slogan de Cambiemos (vamos todos juntos), sino recobrando y re-significando el término de zoon politikón (animal político, en griego) postulado por Aristóteles; filósofo griego que subrayó como una de las disimilitudes entre el animal racional y las otras especies, la capacidad y necesidad de organizarse en una comunidad en pos de alcanzar el bien vivir.  

Este animal posee la politicidad entre sus características, que remite a la dimensión social y política del hombre, significando que a diferencia de otras especies, los individuos se necesitan mutuamente, y es por ello que cooperan entre sí al tiempo que fortalecen el sentido de comunidad. Aristóteles nos dice que el individuo aislado o separado de su dimensión socio-política, que no es más ni menos que su naturaleza, es un Dios o una bestia, puesto que la finalidad o causa final del hombre es vivir en una comunidad, que por aquel entonces en la antigua Grecia se denominaba Ciudad-Estado o Polis. 
 
El ser humano, para el filósofo nacido en la ciudad de Estagira en el año 384 a.C., no puede bastarse a sí mismo viviendo como un lobo solitario (en nuestra época podría interpretarse como esa marcada inclinación al individualismo), pues así jamás conseguirá llevar una vida virtuosa. Ésta es entendida como un arte dado que se desarrolla en la excelencia, y sólo puede realizarse viviendo como animal político en el interior de la ciudad.  

A su vez, es importante destacar que este bien vivir no está relacionado con la usura o la acumulación de bienes materiales, sino que promueve la idea de hacerse de los bienes necesarios para la administración del hogar y dedicarse a la vida contemplativa. Pero para que esto último pueda suceder, para poder llevar a cabo una vida virtuosa, los bienes indispensables que el gobierno de Cambiemos no sólo no ha asegurado, sino que ha saqueado con sus políticas de ajuste, deben estar garantizados. 

En consonancia con la situación política en Argentina, la propuesta de Aristóteles nos invita, por ejemplo, a repensar el concepto tan difundido de “la grieta”, asimilado como quiebre o distanciamiento entre dos sectores que ya no pueden dialogar ni mirarse a los ojos a través del sentido de comunidad.  Comunidad y diálogo no pueden divorciarse, no son conceptos que puedan prevalecer escindidos, sino que deben darse en una unidad.   

Por consiguiente, en la no-comunidad el otro pasa a ser no tanto un desconocido, sino algo peor: un enemigo, una alteridad peligrosa que no merece respeto ni trato cordial alguno, es decir, un otro-sacrificable en caso de que mi sed de auto-conservación o la no-comulgación de mis ideas se vea bajo amenaza. Tal grieta habría sido tachada por Aristóteles como inconcebible para el desarrollo de la Polis, ya que ante una crisis social y política de las mencionadas características, el hombre no podría dedicarse a la vida virtuosa. Yo necesito del otro y el otro me necesita.

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Consecuentemente, Aristóteles nos recordaría que los gobiernos deben orientarse hacia el bien común en lugar de favorecer los intereses de un grupo determinado (en nuestro tiempo también diríamos una clase favorecida o dominante).  El llamado bien común está por encima del bien individual. Y no es que éste careza de importancia, sino que el todo siempre es más importante que las partes, pues el todo es la suma de cada una de ellas, y por lo tanto, goza de un valor superior.

Sin embargo, en tanto prevalezca el odio hacia una figura política puntual y transmute en un voto encandilado por sentimientos negativos y la incapacidad de asumir el error de haber elegido a un gobierno desinteresado por la comunidad, que además se muestra deseoso de llevar adelante sus negocios en detrimento de la mayoría, culminaremos padeciendo otros 4 años de un partido despótico que se identifica exclusivamente con sus semejantes (la clase dominante), a la que sólo pertenece un ínfimo porcentaje de los que a cotidianamente fogonean la grieta. 

Recuperar el diálogo y fortalecer los lazos entre los ciudadanos llevaría a recuperar la noción de comunidad, requisito imprescindible para desarrollar la vida virtuosa. En suma, se precisa de una organización como communitas que piense en el bien común en lugar de dividirse en enfrentamientos diarios con el otro por defender los negocios de una casta privilegiada, y que en las próximas elecciones los ciudadanos voten como auténticos animales político-racionales.  

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